Soy un empleado del hospital centro de salud, Siprosa, con más de 28 años en el sistema, actualmente con 62 años de edad sin ninguna posibilidad de conseguir trabajo ni ayuda del Estado provincial ni del nacional. A continuación paso a redactar lo que me aconteció con mi grupo familiar, con mi señora y mis tres hijos de corta edad. Viví hasta febrero del 2018 en Villa Mariano Moreno (Las Talitas). Por problemas de salud y dinero tuve que vender mi vivienda para darles de comer a mis hijos, ya que el Siprosa no me paga el sueldo desde el 30/05/2017; y posteriormente, porque me cortaron todos los suministros, me fui a vivir a San Pedro de Colalao un año y seis meses y me desalojaron con mis tres hijos por no contar con más dinero. A pesar de estar con enfermedad crónica desde hace cinco años (hernia de disco, lumbalgia, artrosis, un ACV y amnesia con deterioro cognitivo acelerado), todo documentado y ratificado en la secretaría general administrativa del Siprosa, nota y expediente recibida la misma dependencia el 30/05/2017. Me citaron el 29/02/19 y el 29/03/2019 pero no pude llevar los certificados médicos en tiempo y forma por impedimento de salud y dinero. Pido al secretario ejecutivo médico y de asuntos disciplinarios que me den derecho a réplica y para notificar mis dichos que presente con un médico particular neurólogo y psiquiatra para que avale mis dichos. Pido, por último, como padre de familia, que revisen mi situación de calle y desamparo. A pesar de que me efectuaron una junta médica por orden del Siprosa y a pesar de un descargo correspondiente, me realizaron una junta médica en el hospital Obarrio el 18/03/2020. Actualmente, todo está paralizado “sin novedad” sobre mi expediente número 8998-A, folio 5, con ingreso el 14/11 2019. Pido por último que sea justicia a mi situación de desamparo, siendo empleado del Estado. Actualmente estoy trabajando como vendedor ambulante, con ayuda de la comunidad de Trancas, el padre Manolo y el señor intendente.
Roque Benito Álvarez
Rivadavia s/n
Trancas